Segunda prueba importante de la temporada. A pesar de sólo dos semanas después de Francia, me encontraba fuerte y recuperada. Iba a ser una carrera con mucho nivel pero eso tenía un aliciente extra. Sabiendo que el top 5 era inalcanzable, volvía con el objetivo de buscar un top 10 y poder estar ahí, en carrera, luchando con el resto.

Correr en casa siempre tiene una motivación extra. Te da más seguridad, a pesar de no conocer la prueba, y lo más importante que ves muchas caras conocidas, mucho público, mucha afición y gente que te anima, es lo mejor! Mi chico estaba ahí de supporter y mis suegros habían venido a verme por primera vez, se agradece.

Una carrera muy madrugadora con una salida a las 7:00h para los chicos Pros y 7:02h para nosotras. EL resto como siempre, iría saliendo minutos más tarde por detrás nuestro. Buen ambiente desde la salida, con música y presentación oficial incluida, que nervios! Pero que subidón! Pero algo me tenia inquieta desde antes de la salida y eso inevitablemente iba a condicionar mi carrera desde el principio. El gorro que me habían dado, resbalaba mucho y me iba más bien pequeño. Desde antes de tirarme al agua ya noté como se me iba escurriendo y eso iba a ser un problema.

Pistoletazo de salida, arrancada en los primeros metros y 5 chicas vamos en cabeza empezando a dejar algo de distancia respecto al resto. Comienzo bien, aunque antes de llegar a la primera boya ya se van 3 y yo me quedo mano a mano con otra. Fue la peor compañera que me pude buscar, iba muy desorientada, cambiaba de dirección constantemente. Me despistaba, me molestaba y hasta me hizo comerme una boya que solo era de referencia porque creería que habría que bordearla también. Me separé de ella, la perdí de vista y me quedé nadando sola. Pocos metros después empezó mi calvario, el gorro se empezaba a escurrir! Iba nadando y parando a las pocas brazadas para bajármelo tirando de él. Eso me hizo perder tiempo y motivación. Para colmo, fue hacer el giro de cambio de sentido y ver como el sol matutino deslumbrara y no veía absolutamente nada! No era capaz de distinguir ninguna boya ni tenía ninguna referencia. Un poco frustrada seguí nadando, intentando intuir cual sería el camino y mientras seguía acomodándome el gorro. Pocos minutos más tarde me empezaron alcanzar perseguidores, ya venían chicos de grupos de edad y entre ellos también veo una chica Pro. Podría alegrarme de tener compañía y referencias hasta la salida del agua pero el bajón de sentir como estaba perdiendo mucho tiempo en mi mejor sector me hundió. Faltaban 500 metros para llegar y desistí de seguir colocándome el gorro, no quería perder ese grupo y en unos metros más el gorro se me calló.

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Salí con un mosqueo increíble del agua y perdí bastante tiempo en la T1  por ese motivo. Tocaba cambiar el chip, no podía condicionarme la carrera ese percance con todo lo que quedaba por delante. Aún así salí del agua 4ª para mi sorpresa! (eso me indicó Javi cuando salí pero realmente 5ª). Una T1 lenta hizo que llegaran más chicas y la verdad que perdí la cuenta pero al menos estaba en carrera e iba a subirme con referencias en bici.

Así como la natación fue un desastre, el sector ciclista fue muy bien. Me noté fuerte, confiada técnicamente y lleve un ritmo alto y constante desde principio hasta el final. Fui fuerte pero aún así me sentía que tenía un puntito más en la reserva para poder correr bien. Lo mejor fue sentir que estaba en carrera que, pude seguir la estela de alguna rival y luchar con ellas. Hice algún adelantamiento y a la vez también tuve que ver cómo me adelantaban a mí!

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Llega a la T2 con ganas, hice una rápida transición y me puse a correr 6ª. “Está muy bien!” , me dije a mi misma. Y los primeros 3km me crecí al ver el ambiente de público y escuchar cómo me animaban, muchos amigos, muchos conocidos y además mi entrenador Alvaro Rance que había venido a verme!

Iba corriendo bien de ritmo pero desde el principio notaba una molestia en el tendón de Aquiles del pie izquierdo. Iba a más y en el km 4 se hacía ya muy molesto. Pensaba que tenía el calcetín mal puesto o alguna piedra que me estaba rozando. Decidí parar para colocármelo bien, quedaba mucha carrera y valía la pena perder unos segundos. Pero la sorpresa fue que todo estaba en orden, esa molestia era interna, muscular. Me plantee retirarme, es cierto que dolía pero podía aguantarlo “de momento”, pero tampoco quería lesionarme! Decidí esperar al cruce con mi entrenador y que él me asesorara pero, antes de llegar a ese punto (km 12) ya mi cabeza se había impuesto y había decidido seguir y luchar. Iba 7ª en ese momento, había perdido una posición y se acercaban rivales con más ritmo que yo pero quería llegar a meta, acabar y más corriendo en casa, con gente que había venido a verme y sentía que debía hacerlo por ellos.

Unos últimos 5 quilómetros muy duros, no solo por el dolor del tendón sino porque iba fundida. El calor y  la falta de hidratación/suplementación me hizo venirme a bajo y me fueron superando rivales en el último tramo sin poder evitarlo. Entre ellas Anna Rovira, la otra española que corría. Eso me dolió más!

Al final un 11ª puesto y 2ª española. Sabor agridulce por las sensaciones que tuve pero orgullosa una vez más de mi capacidad de lucha. Cuando las cosas son más difíciles y cuando hay que demostrar lo fuerte que eres.

Una lección aprendida: a partir de la siguiente competiré con dos gorros!

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Debutar en categoría Pro en un circuito como el 70.3 de Ironman ha sido un gran paso para mí y un reto que me he propuesto. El que no arriesga no gana! Y por eso estamos aquí.

Llegué a la prueba con un desconocimiento total de lo que me podía encontrar. No conocía a ninguna de las rivales (muchas conocidas internacionalmente, pero yo soy bastante pasota y no estoy nada puesta). Las tres primeras del año pasado repetían cita y viendo los tiempo que hicieron, eran inalcanzables. Eso lo tenía asumido! Lo que no sabía es lo que podía venir detrás: quienes eran el resto, si yo tenía lugar entre ellas, si podía estar luchando por un buen puesto….Siempre te marcas un objetivo, te pones una meta pero la idea o un buen resultado para mí era meterme en el top 10. Suena bien como para empezar.

Un poco perdida con la logística de la marca Ironman (por desconocimiento para mí), sin conocer circuitos (aunque suerte que hice el de bici en coche el día anterior para ver lo que me esperaba) me desconcertaba un poco. Me gusta tener claro lo que me espera, lo que viene y poder gestionar bien toda la carrera paso a paso.

Si tuviera que definir esta carrera seria: “rara”. Desde que se dio el pistoletazo de salida hasta cruzar la meta fui sola, sola completamente! En una carrera de casi 5h, increíble. Y eso me fue desconcertando cada vez más.

Como digo salía sin táctica, sin conocer rivales y me iba a dedicar hacer mi carrera y sobre la marcha, ver cómo iba. Pero desde que empecé a nadar me quedé sola. Salimos con los pros chicos, unos 60 triatletas a la vez. Pues en cuestión de 15 minutos, después de pelearme mano a mano con algún triatleta que desaparecía rápido de mi lado, ya se me había ido el grupo y me vi nadando en solitario.

Salí del agua y corrí por la larga transición que separaba el lago de boxes intentando entrar en calor después de tener entumecidas las manos y los pies de la fría agua del lago (según la organización en el brefing 16 grados, según la organización esa misma mañana 19! Me cuadra más  16 per mis sensaciones). Al llegar a boxes vi que quedaban bolsas y bicis de rivales, última no iba, pero tampoco sabía cómo.

Me subí a la bici con ganas y con fuerzas, pero rápidamente me vine abajo. Era un circuito con desnivel, eso implica subir y bajar. Mi primera carrera con la bici de crono y en seguida noté que faltaban horas de rodaje en ella y mucha técnica. Si además de la poca agilidad con ella le añades el miedo que tengo bajando, debido a mi caída del año pasado, la pérdida de tiempo en este sector fue importante.

Me pasaron dos chicas en los primeros 20km que ni siquiera pude oler su rueda. Las dos demostraron tener una agilidad tremenda y cogían las curvas sin moverse de posición y sin frenar, a diferencia de mí. Eso me hizo venirme abajo y darme cuenta que no podía estar luchando con las mejores y eso que la bici es mi punto fuerte. Decidí cambiar el chip y dedicarme hacer mi carrera, pedalear con confianza y disfrutar del circuito, en la medida de lo posible, sin agobios! Precaución bajando y cabeza.

Una sensación rara porque notaba que iba más fresca de lo normal e intuía que no estaba dando lo mejor. Eso me permitió bajarme de la bici, a pesar de la dureza, con las piernas aún frescas. Me puse a correr con ganas, encontrándome mejor que nunca, pero con una sensación de soledad en cuanto al resto de mis rivales. Pasar de estar luchando en todos los halfs para no ser alcanzada por las perseguidoras y verme en Aix de Provence corriendo ágil pero sin rivales cerca ni por delante ni por detrás. Sí que es cierto que adelanté a 2 chicas en la segunda vuelta pero eran dos que estaban ya fuera de carrera, tanto una como la otra se retiraron e iban andando cuando las pase.

Una sensación agridulce el cruzar la meta fresca, con muy buenas sensaciones físicas en la media maratón (la mejor en un tri que he hecho hasta ahora) pero sin saber ni cómo ni a cuanto había quedado del resto.

La satisfacción de ser finisher no te la quita nadie y menos en una prueba tan dura. Era mi estreno como Pro, en el circuito Ironman y estaba muy orgullosa de poder estar ahí. Las mejores sensaciones fueron una vez finalizada la prueba, al estar esperando en meta a mi pareja, Javi, al ver que aún iban llegando rivales detrás de mí y que al final había conseguido un 7º puesto! Esta muy bien, no solo lo digo yo, sino gente de mi alrededor, gente entendida del mundillo y medios de comunicación del sector que saben lo difícil que es estar luchando ahí. Pues con eso me quedo.

Gracias a los que me han ayudado a poder dar este paso, confiando que se el principio de un largo y próspero camino. A mi club Where Is The Limit? Por apoyarme y a las marcas que me ayudan: Triathloning, Laica y Por tu bienestar.

 

 

Arrancamos temporada de triatlon y que mejor hacerlo en el tri que organiza el equipo! WITL. Parece que nunca llega, la primera carrera se ve lejos y cuando te quieres dar cuenta ya estas enfundándote el neopreno! Como siempre lo dejo todo para el último momento: «ya probaré el neopreno», «ya haré una transición», «ya probaré bambas de carrera, mono…» y…lo dejo en el «ya…» hasta que tiene que ser YA! Es una sensación rara porque es una carrera que no preparo, que no es mi distancia, que es la primera y que aún no te has mentalizado estoy como apática, desconcentrada, lo único bueno es que no estoy apenas nerviosa!

Sábado por la mañana desempolvo todo: neopreno, bici ruta, botas competi, chip…intento no olvidarme nada y en cuanto salgo de casa veo que no llevo las gafas de natación! que cabeza! Suerte que me pilla cerca. uf! Ahora si que empiezan los nervios. Lo bueno de esta carrera es que voy con mi cuñado, es su 3ª triatlon y el primero también de la temporada para él. Soy yo la que le tiene que ir dando consejos y explicándole la logística y entre uno y otro vamos amenizando el viaje hasta Deltebre, Tarragona.

Llegamos con mucho tiempo de antelación, es bueno para no estresarse pero fatal para los nervios! Empiezo a ver a gente, a saludar compañeros, a comentar la jugada, a ver a tus rivales…»ahora si que pongo el ON en la competición!» Y ya no me libro de los nervios. Anna Godoy es mi compañera y la favorita para la carrera, ya contaba con ella, es su distancia y difícilmente le haré sombra si en el agua se me escapa, que tiene todos lo números. Sé que es un triatlon popular y que en principio no tengo porque tener más competencia pero para mi sorpresa veo a Anna Flaquer, una triatleta joven que ya despunta nacionalmente y que su mejor baza es la natación. Se complica la cosa! En un triatlon corto y que se puede ir a rueda de los chicos que el resto nadé mejor que yo no me beneficia. Se me pueden hacer inalcanzables en bici y si es así, corriendo será imposible! Dadas mis carencias en el último sector y más en una distancia tan corta.

Lo peor de la carrera no va ser la competencia sino el frío! Que mal lo paso! Hace fresquete, la cosa no esta como para ponerse en tirantes pero mucho menos para nadar en aguas a 14ª ! Esto es lo peor de los tris! Y más si lo pasas tan mal con el frío como yo. El que lo sufre me entiende. No es que tenga frío sino que padezco de problemas circulatorios y eso hace que mis manos y mis pies pierdan totalmente la sensibilidad, se ponen blancos, no me llega la sangre y soy incapaz de coordinar los movimientos, pierdo tacto. En momentos como este me pregunto: «y porque hago yo esto con los problemas que tengo?!» Toca meterse en el agua, nadamos en el Ebro, y a favor de la corriente. Al menos el nadar va ser un trámite, pasará rápido. Es inexplicable la sensación de agonía al meterme en el agua y sentir como el agua helada acuchilla mi cuerpo y mis pulmones, voy a ser incapaz de meter la cabeza y controlar la respiración en esta nevera! Que duro es esto! «venga Judith tienes que ser fuerte!»

Nos disponemos a colocarnos para la salida, un poco de descontrol ya que se sale desde el agua, todos juntos (chicos y chicas) y que la corriente del río impide que nos podamos estabilizar, inevitablemente vamos avanzándonos a la linea imaginaria de salida. Pero yo como siempre no me quedo atrás y me coloco delante y estoy prepara para no perder posiciones ni tiempo. En un sprint la carrera te la juegas desde el segundo 1. Godoy esta a mi lado, intentaré controlarla pero a Flaquer ni la veo, tenemos a los chicos delante y aunque naden más rápido y se vayan en unos metros, la salida promete caótica. Nunca te libras de golpes y ahogadillas, tanto es así que nada más empezar pierdo de vista con tantos codazos a Godoy y me limito a intentar nadar entre tanta gente.

Por suerte la natación es rápida y en 5′ ya veo alfombra roja para salir del agua. Corriendo hacia boxes escucho que Godoy va en cabeza aunque por lo visto aún en la T1 también, ni la veo! Bastante tengo con mi lucha en quitarme el neopreno que a pesar de la falta de práctica me lo quito bien. Mientras estoy cogiendo la bici escucho que Anna Flaquer también esta en la transición. «Le he ganado en el agua?» Eso corre a mi favor.

Ya sobre la bici. hago una subida decente para no haberla practicado y Carlitos me grita a 27″ (podía a ver sido peor!). Pedaleo a muerte para alcanzar a un chico que veo a unos metros por delante. Hoy el ir a rueda esta permitido y hay que aprovecharlo, además hace mucho viento y rodar sola puede ser mucho desgaste. Una pena a ver salido descolgada del agua pero enganchar una rueda me puede ayudar. Alcanzo un chico, «que fuerte me encuentro en bici y que cómoda rodando!», pienso. Enseguida me mira con complicidad para hacer relevos y avanzar juntos. Nos enganchan 2 chicos más, que bien! 4 tirando a buen ritmo. Aunque reconozco que quiero y puedo más pero sola no voy a poder escaparme con este aire. Veo Anna Godoy cerca que esta rodando sola, no había podido seguir el ritmo de los chicos que salieron del agua con ella. Para mi genial alcanzarla pero se que nos limitaremos a ir juntas en bici y en la carrera se decidirá todo. Poco tengo que hacer entonces pero al menos poder llegar a la T2 en cabeza con ella es un mérito. El objetivo ahora es asegurarme la segunda plaza y para eso necesito ventaja sobre Flaquer y poder correr cómoda sin que me pise los talones. Si no fuera por el aire, volaríamos en bici, un circuito totalmente llano. Así que sin darme cuenta llegamos al punto de giro, la mitad ya la tenemos y ahora volvemos viento a favor. Con el cambio de sentido puedo ver referencias, en seguida nos cruzamos con Anna Flaquer, difícil calcular distancia y tiempo pero sobre un minuto seguro que le llevamos, tenemos margen, aunque viene en un buen grupo con varios chicos  y puede favorecerle en recortar distancia.

La bici se esta acabando, voy muy fácil pero no puedo hacer más. Anna y yo ejercemos de compañeras en este sector hasta que lleguemos a la T2. Veo a mis padres y a mi amiga Susana que me animan, también a mi entrenador Alvaro Rance, y se empieza a ver a la gente pendiente de nuestra llegada. La emoción esta servida, vuelve la tensión, importante hacer una buena transción y al menos seguir en cabeza y darle un poco de emoción a la carrera. Empiezo a desabrocharme botas y noto que mis pies siguen helados (bueno, ojalá los notara!). Y aquí empieza la parte más dura de la carrera para mi! Hacer una transición sin tener tacto en los pies, es doloros, muy incómodo y con poco acierto y control en mi pisada.

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Emocionante la bajada de la bici y la entrada a boxes de las dos en cabeza con el resto de chicos que rodaron con nosotras, el pulso se dispara a pesar de ir cómoda hasta ahora. Con mucha dificultad para meter mis dedos insensible en las bambas veo como Anna se me escapa, que rápida, parece que llevaba las bambas puestas desde la bici, que pasada! Eso 20″ que me acaba de meter en boxes son claves y a pesar de salir como una liebre veo como esa distancia se mantiene.

5 Km que pasan volando y más al ver en el giro de los 2’5 que la distancia con mi perseguidora era suficiente para que no me alcanzara. Godoy no deja de estar a la vista pero el margen entre ella y yo no cesa. Inevitablemente en los últimos metros ya te dejas llevar un poco siendo innecesario el sufrimiento hasta meta. Estoy corriendo bien y me doy por satisfecha aunque me lamento de algunos errores como la pérdida de tiempo en las transiciones.

Haciendo balance, contenta con el resultado dada la carrera y las competidoras. Buen inicio de temporada para buscar sensaciones y motivarme para lo que esta por venir y a pesar de ser una carrera muy rápida y nada que ver con las distancias que yo corro, valorar mi estado de forma y sentirme fuerte a pie.

Un placer estrenarme corriendo con el equipo y compartir podium y emociones con mis compañeros. Agradecer a mi cuñado que me acompañara, a mi amiga Susana que viniera a verme, a pesar de la distancia, y a mi familia que siempre esta ahí. Y a todos los que me animaron antes, durante y después.

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1 de noviembre, Lanzarote, Arrecife, 8a.m, a punto de empezar la prueba más larga y más dura que hasta ahora había hecho nunca, un nuevo reto que me daba muchísimo respeto. Lo mejor de todo ni conocía la existencia de esta prueba, ni entraba en mis planes ni por fechas ni por distancias ni había sido elección mía venir hacerla! Jaja! Pero aquí estoy!

Todo tiene una explicación, la selección catalana me dio esta oportunidad, cierto que con poco margen (hace sólo un mes que Joan Mallol me llamó) y tenía que decidirlo ya! Una llamada a Álvaro, mi entrenador, y me dijo: adelante! Pues poco más había que decir. Si él me daba su aprobación (aunque cuando lo llamé no si prefería casi escuchar un no! je,je) y yo me veía capaz de hacerlo.

No era sólo la distancia lo que me daba respeto, también que era Campeonato de España, que me llevaba la selección catalana y tienes una responsabilidad extra, que para mí la temporada ya estaba acabada y había que seguir entrenando y eso era un gran esfuerzo físico y psíquico cuando tu cuerpo y tu mente ya te piden descanso a gritos! Y que era Lanzarote, es decir condiciones duras (viento y calor) más un circuito muy exigente en bici que iba a pasar factura y que no sabría si sería capaz de correr los 30km a pie siguientes.

Lo más duro fue entrenar ese mes. Volver a meter volumen seguir con la constancia y más que a medio camino se me presentó también el Europeo. Pero estaba en manos de Álvaro que eso da mucha confianza y tenía la motivación extra de ir en grupo con la selección sabiendo que iba Dolça que las dos nos estábamos animando la una a la otra para afrontar el reto y que mi amigo Richard al final también venia.

Así que, allí estaba, con las mejores en la línea de salida para afrontar los 3kms de natación, más 120 en bici y 30 a pie finales. Esta no era una carrera cualquiera, tocaba regular más que nunca y jugar mucho con la cabeza. No iba a ser nada fácil, era larga, muchas horas de lucha y soledad que había que controlar en todo momento.

El agua para mí es un trámite, en cuanto a nivel físico se refiere (aunque no recuerdo si alguna vez había hecho una distancia tan larga seguida) pero una vez más, se me va la cabeza de carrera. Pierdo a Esther y Dolça en los primeros 200metros y a partir de ahí nado sola completamente y viendo como se alejan cada vez más. Salgo tercera del agua aunque pegada a mí una extranjera que ni me había dado cuenta que iba a mis pies! Se sube antes que yo en bici.

Empieza el calvario, no por las rampas que nos esperan, sino por el airazo que hace, más de 30km/h con ráfagas muy fuerte que te pega de lado, te desestabiliza la bici, te acojona! Y te hunde física y psicológicamente. Si los 10 primeros quilómetros ya fueron horribles! Madre mía esto sí que iba a ser un reto! Mientras iba en bici ya pensaba: “no vuelvo nunca más aquí!” Sólo el que se ve en esas situaciones sabe lo que se siente, sabe lo importante que es no venirse abajo, por eso completar ese circuito es una satisfacción personal increíble.

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En este sector tuve un tira y afloja constante con la extranjera que nos íbamos pasando mutuamente a lo largo de recorrido. Aunque tengo que decir que gracias a ella no me perdí porque en una rotonda que no estaba muy clara la indicación yo me iba para otro lado y ella me grito, cuanto se lo agradezco! Sino aun estaría dando vueltas por la isla. A Esther la pase a los 40km más o menos pero sabía que en la carrera me la iba a devolver (si todo iba como de costumbre). Dolça iba a ser inalcanzable, estaba muy fuerte y yo a pesar de ir defendiendo la prueba no estaba rodando como de costumbre. Perdí bastante tiempo en los avituallamientos, era muy importante comer y beber bien y las condiciones hicieron que tuviera que para más de lo normal para coger bidones. Las ráfagas de aire también me dieron un par de susto y tampoco acabe de soltarme técnicamente y tuve algunos problemas en los últimos 30km ya que se me durmieron las manos de la misma tensión y me costó mucho cambiar plato. Fueron momentos muy duros!

Bueno, la T2 ya era una realidad, y tocaba bajarse de la bici. Miedo me daba el estado de mis piernas al bajarme pero…sorprendentemente, no estaban tan mal. Podía correr! El arrancar con ritmo ya es un subidón ahora a ver cuántos quilómetros era capaz de resistir. Pues, para mi sorpresa, más de lo que pensaba, creo que nunca había tenido tan buenas sensaciones corriendo (dentro del cansancio) en un tri de media distancia como ese día en los 30km!

Menos mal, sino eso iba a ser un infierno, como lo estaba siendo para muchos corredores que iban abandonando o bajando el ritmo progresivamente. Las fuerzas flaqueaban para todos y el calor que hacia aun empeoraba las cosas.

Me bajé a correr tercera pero pronto me coloqué en segunda posición cuando la extranjera abandonó en los primeros quilómetros. Aunque eso iba a durar poco también para mi, Gurutze y Esther venían juntas y las tenía muy cerca. Yo estaba corriendo bien pero tanto como para superar su ritmo, imposible! Y Dolça aunque perdió algo de ritmo estaba haciendo un carrerón y nos había metido 4 minutos en bici, tenia margen para mantenerse delante. 

Me pasaron Gurutze y Esther, 4ª posición, había que mantenerla y sobretodo seguir haciendo mi carrera, seguir luchando hasta meta y no relajarme. Tenía buenas sensaciones, me fui creciendo orgullosa de lo que estaba consiguiendo, pasar por el crono al ir completando cada vuelta y ver las horas que llevas y seguir entera, sin flaquear, sin andar un solo paso eso es muy motivante!

Por fin alcanzaba la alfombra de recta a meta! Ya está hecho! Lo había logrado y con creces! (siempre se puede mejorar pero…eso es lo bueno…que sabes que puedes avanzar y seguir creciendo). Mi primer C acabado, conquistada la larga distancia! Pues…ya no se ve tan lejos el Ironman! Jaja!

7h33’ de sufrimiento que te hacen sentirte capaza de conseguir lo que te propongas! Aunque el camino hasta aquí fue duro, valió la pena y lo logré gracias a los que han estado a mi lado. Muchas gracias a María por los ánimos, lograste sacarme una sonrisa y darme un empujoncito en cada vuelta de carrera, a mi compañera de equipo Saleta que me animó mucho y a mi chico que desde la otra parte del mundo me transmitió su fuerza y su apoyo incondicional.

Que mejor forma de acabar la temporada que disfrutando de la isla un par de días con una expedición increíble donde no cesaron las risas ni los buenos momentos. Fue en placer compartirlo con vosotros chicos y conoceros un poco más a todos. Compañeros de selección: Dolça, Xavi Torrades, Llusi Vilá, Richard y el mister Joan Mallol y nuestra mejor support Maria Azkona y con los que compartimos buenos momentos: Gurutze, Esther, Victor, Gustavo, Ivet y Sergi.

Gracias a todos! A pensar en el 2015! Yo firmo porque sea igual que este!

 

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